Cenicero / Carrera

IV Eroica Hispania

Se homenajeó al gran Luciano Berruti

Tomaron la salida más de 800 participantes

Eroica Hispania celebró un merecido homenaje al gran Luciano Berruti. El embajador universal del movimiento de L’Eroica fue el gran protagonista de los festejos organizados en Cenicero con motivo de la cuarta edición de Eroica Hispania.

RS | Cenicero

En la cuarta edición se hizo muy extraño no ver a Luciano con su mítica bicicleta y su entrañable sonrisa paseando por las calles de Cenicero. Una edición en la que también estuvo presente Igor Astarloa, el embajador en esta cuarta edición de Eroica Hispania, que recordó sus exitosos tiempos como ciclista profesional y disfrutó la carrera corta de 69 km. El recorrido largo fueron 193 km.

Aquí no importa el tiempo que hagan ni el puesto que ocupen, lo importante es que disfruten pedaleando en sus bicis de acero, que admiren los paisajes incomparables de La Rioja y degusten los productos gastronómicos de la tierra en sus genuinos avituallamientos. Y sí, también podrán tomarse una copita de buen vino de Rioja en alguna de sus paradas. Y es que como decía el gran Luciano, “No hay que perder la esencia del ciclismo como filosofía de vida. Hay que disfrutar del esfuerzo y de la recompensa que aporta la fatiga. Deleitarse compartiendo la experiencia vivida con los amigos que haces durante la marcha, paladeando un buen vino y con la sonrisa siempre presente.” Quizás mañana más de uno sienta que ha visto a Luciano en la salida de Cenicero, o le note a su lado subiendo un camino de grava camino a Santo Domingo de la Calzada... y es que Luciano Berruti fue, es y será siempre la sonrisa eterna de Eroica Hispania.

La cuarta edición de Eroica Hispania se puede contar desde el ímpetu y la sonrisa de Nicola, un francés que vive en Roma y que participó por primera vez en el recorrido largo. A su paso por San Millán de la Cogolla a las 07:30 de la mañana pudo arreglar su cambio de marchas gracias a la gentileza de un lugareño que ajustó los tornillos de su bici con el destornillador que tenía en su navaja suiza. También se puede describir desde las cansadas piernas de John, un inglés que desde hace 8 meses reside en Barcelona y que se esforzaba por hablar en castellano con nosotros en el avituallamiento de San Vicente de la Sonsierra a pesar de que nosotros tratábamos de contestarle en inglés para facilitarle las cosas.  Y qué entrañable es vivir Eroica Hispania a través de Bob, un padre de familia estadounidense que no se ha perdido ninguna de las cuatro ediciones y que esta vez vino con su hija Helen para que se bautizase como Eroica. O a través de María, que completó el recorrido largo de 193 Km y que junto con otros 3 'eroicos' fue de los últimos en cruzar la línea de meta después de más de 14 horas pedaleando y disfrutando del vino y la gastronomía que solamente una tierra como La Rioja puede ofrecer.